Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://declanzylp524078.csublogs.com/46048690/el-cabezazo-de-zidane-causas-ocultas